En su columna de Salud Sexual, la Sexóloga Rosana Pombo nos explica acerca de la frecuencia “normal” masturbatoria, motivo de preocupación frecuente en la consulta, con asociaciones a falsas creencias y prejuicios sobre la salud física, mental y sexual.
También estudios recientes han encontrado asociación de la práctica masturbatoria con el nivel de satisfacción de las relaciones sexuales, con diferente significado para varones y mujeres.
Beneficios para la salud:
La masturbación es una actividad sexual natural que la mayoría de las personas realiza en algún momento de su vida. Puede reducir la ansiedad, el estrés y proporcionar satisfacción sexual. Ayuda al autoconocimiento erótico, a la familiarización con el cuerpo y las zonas erógenas, al desarrollo de fantasías sexuales, a la autoconfianza sexual, a la asertividad sexual en pareja, al descubrimiento de preferencias y aversiones sexuales, a la prevención y tratamiento de las disfunciones sexuales.
Frecuencia masturbatoria:
Algunas personas se masturban más que otras. No hay una frecuencia “normal”. Algunos lo hacen a diario, otros semanalmente y otros raramente. Algunos nunca lo practican. Cuando se practica de forma compulsiva, con una frecuencia que afecta el desarrollo de la vida diaria, interfiriendo con el trabajo, la vida social o las relaciones interpersonales; puede ser motivo de preocupación y de consulta.
Diferencias entre varones y mujeres:
Masturbación y satisfacción sexual general:
Según estudios en las mujeres se observa una asociación entre el incremento de la práctica masturbatoria y las relaciones sexuales frecuentes y satisfactorias. Conducta “complementaria”.
Sin embargo en los hombres la masturbación se incrementa cuando disminuye la frecuencia de las relaciones sexuales, o cuando estas son menos satisfactorias. Como un acto “compensatorio”.