Los juguetes sexuales pueden tener varios usos acorde a las situaciones, las expectativas de las personas, y los problemas sexuales. Son recomendados, no solo por los vendedores de las tiendas eróticas, sino por terapeutas sexuales pues son considerados como herramientas terapéuticas dentro del marco de la Terapia Sexual. Logran ayudar a mejorar la respuesta sexual relacionada a diferentes disfunciones sexuales.
En la anorgasmia femenina:
Los estimuladores, vibradores y succionadores, son juguetes recomendados para incrementar las sensaciones de placer y excitación a través de la estimulación de las diferentes zonas erógenas.
Facilitan la experiencia de alcanzar por primera vez un orgasmo, o mejorar su frecuencia e intensidad, para logarlo a solas o durante el coito.
Existe una amplia oferta de diversos modelos con funciones múltiples, desde los que simulan penes realísticos (dildos), los que incorporan estructuras para facilitar la estimulación simultánea a la vagina, de los labios vulvares, el punto G, el clítoris, el ano y el recto, etc. Así como también los específicos para la estimulación clitorídea, a través de la vibración y la succión.
La adquisición de estos productos suele ser discutido con la paciente que consulta por anorgasmia, en alguna fase de su tratamiento sexológico.
En el retraso orgásmico o anorgasmia masculina:
Los masturbadores realísticos ayudan a lograr el orgasmo con la penetración cuando la respuesta está condicionada por la práctica masturbartoria. Muchos varones que por largos períodos no han tenido relaciones sexuales, sobre todo en su juventud, han practicado, casi en exclusividad, la masturbación asociada a la pornografía.
Han condicionado la respuesta orgásmica al estímulo manual, siendo este muy preciso y estereotipado. Luego, en las relaciones sexuales, no logran el orgasmo o se les hace muy trabajoso, ya que las sensaciones vaginales no logran la suficiente excitación como para desencadenarlo.
El uso de estos productos suelen ser sugeridos por un experto en sexología dentro de un protocolo de tratamiento para la anorgasmia masculina.
En la disfunción eréctil:
Colaboran con mejorar la rigidez eréctil cuando existen problemas orgánicos, sobre todo vasculares, a compensar la falta de erección suficiente como para lograr la penetración, a calmar la ansiedad anticipatoria que genera la disfunción eréctil psicológica.
Las fundas y extensores son accesorios en forma de cono que se colocan en el pene, pueden ayudar a la falta de rigidez eréctil, aumentar la circunferencia o la longitud, ofrecer con su textura una estimulación extra a la pareja, o para aquellos varones que consideran que su miembro es más pequeño de lo que les gustaría. Algunos incorporan vibradores para la estimulación del clítoris.
Los anillos vibradores son bandas o anillos de silicona muy sencillos que se colocan alrededor de la base del pene, incluyendo algunos también los testículos, pueden ayudar a corregir mecánicamente un problema de erección, y a mantenerla. Además son útiles para brindar estimulación al clítoris durante la penetración. Favorecen el orgasmo femenino durante el coito.
Estos productos pueden ser sugeridos por el equipo de especialistas sexólogos, complementando el tratamiento indicado para la disfunción eréctil.
Para mejorar la tonicidad del piso pélvico:
Las bolas de Kegel, son juguetes sugeridos para ejercitar y fortalecer los músculos pubocoxígeos, en conjunto con patrones de vibración para la estimulación vaginal, lo que puede estimular la libido y la predisposición para las relaciones sexuales.
En el vaginismo y la dispareunia (coito doloroso):
Los set de dilatadores vaginales, son dildos de silicona médica de diferente grosor, muy útiles para los ejercicios terapéuticos de dilatación progresiva vaginal. Se recomiendan durante el tratamiento del vaginismo, así como para la rehabilitación de los trastornos de atrofia, sequedad y acortamiento vaginal, causados por la menopausia, los tratamientos oncológicos (radioterapia, braquiterapia) y quirúrgico (histerectomía, resección vaginal), así como para el tratamiento de las neovaginas en casos de agenesia vaginal o cirugías de reasignación de sexo.
Su uso se recomienda dentro del tratamiento sexológico, guiado por un equipo de expertos psicólogo y ginecólogo sexólogos.
Para el bajo deseo sexual:
En los casos de mujeres que sienten un descenso significativo de su libido sexual o ausencia prolongada, suelen ver afectada su vida sexual y con el tiempo su vínculo de pareja.
Diferentes juguetes y productos sexuales, como los masajeadores, estimuladores, vibradores, dildos, lencería erótica, perfumes, cremas, aceites y lubricantes, favorecen el desarrollo de fantasías y el despertar de sensaciones placenteras que facilitan el deseo sexual y la excitación.
Un estímulo erótico interno como la fantasía, generada por un pensamiento, una literatura, o un estímulo visual, una textura, un aroma, un sabor, puede generar excitación y lubricación, dando paso al deseo sexual.
No siempre el deseo sexual surge naturalmente, incluso cuando el vínculo es bueno, el amor profundo y la pareja atractiva.
Estos productos suelen ser de gran ayuda durante el proceso de tratamiento sexológico, con la guía y el asesoramiento del sexólogo, para las pacientes que consultan por bajo deseo sexual, trastornos en la excitación, la lubricación y el orgasmo.
Dificultad o ausencia del orgasmo El trastorno orgásmico femenino se determina por la ...
Leer másMejores relaciones, mejor sexo en pareja La monotonía sexual, la falta de tiempo destinado a ...
Leer másJuguetes sexuales: ¿complementos o sustitutos de la relación sexual? Hasta hace pocas décadas ...
Leer más