¿A qué se debe la eyculación tardía?
La fisiopatología de la eyaculación retardada se asocia con alteraciones en el aparato eyaculador, la transmisión nerviosa, el control de la eyaculación hormonal o neuroquímica y factores psicosexuales, sociales y culturales.
Por lo tanto las causas pueden ser múltiples, orgánicas, psicológicas, farmacológicas, hormonales. Es necesario un abordaje integral del paciente, a través de un equipo interdisciplinario para lograr un manejo adecuado de esta disfunción. Además, en la mayoría de los casos es necesario involucrar a la pareja, sobre todo por el grado de afectación psicológica que le genera.
Causas Orgánicas
Trastornos hormonales: como el hipogonadismo de inicio tardío, bajos niveles de testosterona pueden afectar la función orgásmica y eyaculatoria. Elevados niveles de prolactina y los trastornos hipofisarios también pueden alterarla.
Farmacológicas: es importante en la anamnesis descartar que el problema no sea un efecto secundario por consumo de determinados psicofármacos, como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), indicados para los tratamientos de depresión y ansiedad.
Causas Psicológicas
Son las más frecuentes y se describen a continuación:
Excesivo control: el paciente suele estar excesivamente pendiente de lograr eyacular, atento a las sensaciones que le permitan desencadenar el orgasmo. Esta actitud no le permite perder el control y abandonarse a las sensaciones de placer, necesarias para desencadenar el orgasmo.
Condicionamiento masturbatorio: suele presentarse en aquellos varones que a lo largo de su historia sexual han pasado por períodos prolongados de práctica masturbatoria casi exclusiva, y generalmente acompañada de pornografía. Cuando comienzan a tener relaciones sexuales descubren que la penetración no le resulta tan placentera como esperaban, y que las sensaciones vaginales son muy diferentes de las manuales, sobre todo en ritmo e intensidad, y que no logran desencadenar el orgasmo.
La personalidad y el rol sexual: estos varones suelen presentar aspectos obsesivos en su personalidad relacionados a la excesiva responsabilidad y autoexigencia. Suelen comportarse sexualmente de forma muy complaciente con la pareja, dedicados por entero a brindarle placer dejando de lado la atención a sus propias necesidades sexuales, no logrando dejarse llevar por su propio placer. Parecería que disfrutan más de la satisfacción de la pareja que de la propia.
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Cómo afecta a la pareja el retraso eyaculatorio
Este trastorno eyaculatorio genera creencias negativas, dudas e inseguridades acerca del propio atractivo y capacidad de excitar y dar placer a la pareja, así como también sospechas irracionales de infidelidad.
Muchas mujeres suelen interpretar esta dificultad o imposibilidad de eyacular con pensamientos del tipo “no le resulto atractiva o excitante”, “”quizás esté teniendo sexo con otra persona”, “no me desea”, “no logro hacerlo llegar”. Esta vivencia psicológica puede generarles sentimientos de frustración, enojo, rechazo e incluso generar disminución de su deseo sexual.
Pasado el tiempo esperado para el orgasmo del hombre ambos estarán pendientes de que ocurra. El varón evaluando un posible cambio en su respuesta que sirva de desencadenante para eyacular, y la mujer intentando motivar y facilitar los estímulos necesarios para que ocurra. A medida que pasa el tiempo puede superar los 20 minutos de retraso, incluso pudiendo demorar entre 1 y tres horas. Todo dependerá de la buena disposición de ambos, del estado físico, la excitación, la erección sostenida, la lubricación de la mujer, etc.
Suele terminar la relación sexual sin haber logrado eyacular, a consecuencia del cansancio de ambos y la irritación vulvovaginal de la mujer.
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