¿Qué es la Disfunción Eréctil?
La DE o impotencia sexual es la incapacidad para lograr y/o mantener una erección lo suficientemente firme como para tener relaciones sexuales satisfactorias. Genera graves repercusiones psicológicas en el varón, la pareja y el vínculo, afectando la calidad de vida.
Tener problemas de erección de forma aislada es muy frecuente y no necesariamente implica una verdadera disfunción sexual. Cuando ocurre en la mayoría de los encuentros (75-100%) se considera un criterio necesario para su diagnóstico.
Según informes científicos su probabilidad aumenta con la edad, estimándose que afecta entre el 10% y el 52% de los varones, especialmente entre los 40 y 70 años.
Tipos de Disfunción Eréctil
DE Primaria:
Cuando sucede desde siempre, desde la primera relación sexual. El paciente recuerda que en su primer intento “no funcioné”, “no tuve erección”, “no se me paró”, “estaba muy nervioso, sudoroso, tembloroso”, “ni bien penetré se me bajó la erección”, “cuando intenté colocarme el preservativo se me bajó”, “no la pude satisfacer”. “Voy a la relación sexual pensando que no voy a poder”, “temo que si fallo se lo contará a sus amigas”, “tengo miedo de fallar”, “será que no me gustan las mujeres”.
Por lo general están presentes en su personalidad características como la responsabilidad, la autoexigencia, el orden, los pensamientos de preocupación obsesivos, la orientación a metas altas, la ansiedad por el desempeño, la autocrítica.
Suelen ser varones jóvenes y sanos, no padecen enfermedades crónicas, no consumen fármacos ni sustancias psicoactivas, tienen hábitos saludables, y sus exámenes paraclínicos están dentro de los rangos normales. Rara vez se encuentra una deficiencia hormonal o una alteración vascular.
DE Secundaria:
Se presenta luego de un período de tiempo de funcionar sin problema alguno. Por lo general luego de los 40 años, aumentando su incidencia con el correr de las décadas.
Las quejas más frecuentes son “se me afloja la erección”, “no tengo la dureza de antes”, “estoy perdiendo la fuerza”, “mis erecciones son más débiles”, “pierdo la erección durante la penetración” , “logro una erección medias”, “no soy el mismo de antes”, “se me baja la erección con cualquier distracción”, “pierdo la erección al cambiar de posición”.
La instalación del cuadro clínico es progresiva. Esta situación le suele acarrear conflictos con la pareja, quien suele dudar de su atractivo, del afecto del varón, e incluso sospechar de infidelidad. Puede además colaborar con la peoría de otros conflictos, incidiendo en el vínculo y en la calidad de vida.
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Causas de la Disfunción Eréctil:
La DE o Impotencia suele ser causada por factores orgánicos:
. Enfermedades crónicas (hipertensión arterial, diabetes, dislipemias, obesidad, parkinson, esclerosis múltiple).
. Hábitos no saludables como sedentarismo, sueño no reparador; consumo de tóxicos (tabaco, alcohol, drogas).
. Trastorno de las hormonas sexuales (testosterona, LH, FSH, prolactina), hipogonadismo o «andropausia«.
. Cirugías o lesiones que afectan la zona pélvica o la médula espinal, tratamientos oncológicos por patologías prostáticas.
. Enfermedad de Peyronie.
Por factores psicológicos:
Varones que han tenido un funcionamiento sexual normal, pueden sufrir episodios de DE, generados por diversas situaciones como el estrés laboral o académico, el cansancio, las preocupaciones, los trastornos de ansiedad y depresión. Cuando se interpreta de forma negativa puede ser fuente de ansiedad y temor al fracaso, dando origen a un círculo vicioso que mantiene los fallos eréctiles.
También es frecuente que la DE se presente en situaciones de conflictos vinculares, y luego de una separación, ya que al “salir a la cancha” y enfrentar nuevas relaciones sexuales, la ansiedad y la falta de confianza en el vínculo, puede generar disfunción eréctil, originando para los futuros encuentros inseguridad, temor al fracaso.
Hasta el 52% de los varones, especialmente entre los 40 y 70 años puede sufrir Disfunción Eréctil en algún momento.
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